viernes, 31 de mayo de 2013

Ojo de Fuego, mirando al universo desde un punto que crece

Hay un blog de cuyo autor no sabemos casi nada. Que es una mujer, y que tiene un blog. Y que escribe poesía. Y que lo hace muy bien. Más que bien. En este blog, Ojo de fuego (así firma) une extraordinariamente la experiencia de lo concreto con lo íntimamente espiritual. De alguna manera se trata del aprehendizaje de lo cotidiano, de la conversación entre lo universal con el mundo interior.
Tenemos que leer por ahí a mucha gente que escribe sobre sus emociones y sentimientos, que hacen diarios íntimos o crónicas de lo que viven diariamente, pero en algo fallan. No traspasan la barrera de lo personal, no buscan la unidad con el universo. En el blog de Ojo de fuego encontramos la experiencia personal elaborada tan íntimamente, con una integridad emocional tan grande, que lo íntimo se vuelve efectivamente universal. La autora nos arranca del viaje y nos lleva de paseo por un cosmos infinito, superior a ella misma por propia definición, nos comparte su búsqueda y nos enseña que esa búsqueda es la de todos. 

Quise compartirlo, porque la voz poética de Ojo de fuego es poderosa y certera, porque demuestra una percepción y una sensibilidad pocas veces vista, porque su escritura, por todo esto, conmueve, y porque está entre las mejores letras que he leído en todos estos años.

Compartimos (sin su autorización) un poema extraído de su blog, Pozo en el desierto.

DIARIOS DEL CHE

debería descansar
pero no duermo
me inquietan las palabras
a punto de salirse
de mi boca
me inquieta el anhelo
la iniciación en el discurso del amor
que a veces
bajo la máscara de la ilusión
intento
es que no soy buena para esto
para esto y otras cosas
otras tantas cosas
la gente no tiene problema
alguno en mentir
la gente
no sabe distinguir
un corazón cuando se abre
de una alcancía
la gente
no tiene la culpa, digo
la gente
no puede tener la culpa
de que el mundo sea así
porque entonces
lo ves
claramente
cuando ves
claramente
y aunque duela
es lo que hay que ver
porque
quién sabe cómo golpear las paredes
sin que se vengan abajo
sobre las cabezas
no
no y mil veces no

ahora me meto
en el bosque
a buscar la luz
ahora veo el mar infinito de los techos
cuando se apaga la tarde
la soledad
es una buena manera de sanar
y la acepto
ya no reniego
de las horas frías
ni del silencio
son excusas
sabes
excusas
para prenderse del miedo
y no salir
tengo una manera de echar para atrás todo lo que me hiere
y no es hiriendo
el camino del olvido
se camina así
para adelante
sólo mirando el punto rojo infinito que se nos abre
porque la muerte
está acechando
cada rincón de nuestra vida
y es poco
el tiempo
y el minuto
que  sostengo
ahora en mi mano el libro
el libro que te había comprado para darte
el libro que mi mente había dibujado en tu sonrisa
ahora en mi mano el libro
y ahora lo abro
y ahora es mío
cada vez más lejos
cada vez más lejos
de tenerte en mi cabeza
el único lugar que habitan tus ojos
mi cabeza
cada vez más cerca
de cerrar todo
cubrir las ventanas
y ponerle cerrojo
para siempre
este libro
es mío

1 comentario:

ojodefuego dijo...

gracias gracias infinitas

K